A Tomaz Di Cunto hay que situarlo entre los nuevos tradicionalistas del asunto brasileño, más cerca de Rosa Passos (por poner un ejemplo al azar) que de cualquier moderno mezclador de, pongamos por caso, ritmos y melodías del folclore más reconocible con electrónica de brega funk o indie tropicalista. Su propuesta no induce a equívocos: es el sonido clásico de aquel país, tratado con respeto y fervor intachables.
Pero como él ya hay muchas y muchos que apenas se salen del carril de la sacrosanta herencia de los años cincuenta o sesenta, dirán algunos. Poco que objetar ahí: la realidad es tozuda. ¿Qué es por tanto lo que le hace recomendable? Un amor manifiesto por trabajar buenas canciones, que en "Riviera" se muestran especialmente maduras, y no recurrir al territorio fácil de las versiones de pioneros que hemos escuchado mil veces, como suele ser tendencia. Lo que hay aquí son canciones inéditas con la consabida ambición armónica y la consabida riqueza tímbrica, tan propias de los músicos brasileños, a excepción de "Canção Dos Pescadores", atávica pieza popular de la ciudad de Paraty, compuesta por el poeta de la zona José Kleber.
Otra cuestión de agradecer en unos tiempos donde las grabaciones low-cost campan a sus anchas incluso en lanzamientos mainstream, es la producción de "Riviera": cristalina, virtuosa pero sin cargar las tintas en el exhibicionismo, donde se distinguen todos los instrumentos -cómo entran y salen y con qué sabiduría están insertados y dosificados-, todo ello a cargo de Stefano Tirone, más conocido como S-Tone Inc., reputado músico italiano de jazz -el disco se grabó en Milán; Toco reside desde hace años en Florencia- que ha dotado al disco de una llamativa pulcritud.
Muy influido por el primer Jorge Ben, por Gilberto Gil -en "Lágrima" y en la reelaborada "Canção Dos Pescadores" se pueden seguir las huellas de "Parabolicamará" a través de los acordes iniciales-, o en el plano estético por las portadas icónicas del sello Elenco -lo deja entrever en "Riviera" pero sobre todo lo hizo en su aclamado "Outro Lugar" de 2007-, Di Cunta juega muy bien sus cartas gracias a la intercesión de una más que solvente nómina de músicos de diversa procedencia, para alumbrar la que es, hasta la fecha, su obra más disfrutable y certera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario