El instrumental, como dispositivo autónomo
en la creación musical ha sido, desde tiempo inmemorial, parte indisoluble en
el acervo artístico caboverdiano. Gran parte de sus músicos más respetados y
reconocidos practicaron esta modalidad, ya fuese adaptando clásicos cantados,
fabricando esos mismos instrumentales que luego serían adaptados con voz o interpretando
piezas exclusivas con las que llenar minutos de gloria en grabaciones o
recitales. Ahí van los más destacados:
TAZINHO. Nacido en la isla de Boa Vista, grabó el
primer álbum larga duración de la música de Cabo Verde (“Tazinho in Holland”). Precoz,
su estilo a la guitarra era alegre, tremendamente lírico y muy tradicional. De
su recopilatorio “Músicas De Cabo Verde” (originalmente publicado, con el mismo
título, en un 7”) seleccionamos “Dispidida” y “Perdida”. No me pregunten el
porqué de la inclusión de ritmos programados en ellas: no molestan demasiado
pero son a todas luces innecesarias, sin duda con el único propósito de
actualizar un sonido que despide atemporalidad por sí mismo.
LUIS
MORAIS. Fallecido hace
casi quince años, o senhor Luis
Morais –natural de São Vicente- es una de las leyendas indiscutibles de la
música del archipiélago. Fundador, ideólogo y director del grupo de los años
sesenta Voz De Cabo Verde (crucial para aglutinar de manera incipiente no
solamente las músicas autóctonas sino también las del exterior), donde le dio
al clarinete y el saxofón con incuestionable maestría, terminó acompañando a
Bana o Cesária Évora como refuerzo de sobresaliente prestancia en sus discos y
conciertos. Influenciado no solamente por el morna y la coladeira tradicionales
sino también por el choro y el samba brasileños, además de por el más que
palpable influjo de orquestas como la de Pérez-Prado (“João e Seu Sax”). Seleccionamos
de su disco “Romance Do Nosso Amor” (1967) las piezas “Pedroeira De Nossa Senhora
Da” y “Chorinho Na Baia”.
HUMBERTONA. Nombre artístico con el que se conoce a Humberto
Bettencourt Santos (Santo Antão) que pasará a la historia, además de por su
finura a las cuerdas por ser el compositor de “Miss Perfumado”, popularizada
por Évora para los restos. De este músico, político y empresario infatigable
aportamos “Resposta De Segredo Co Mar” y “Mulata”, de su disco “Morna Ca So
Dor” de finales de los sesenta.
CHICO
SERRA. Miembro de Voz De
Cabo Verde junto a Luis Morais, Chico Serra es pianista y, por tanto, discípulo
de la legendaria Tututa (de la que hablamos ya aquí). También formó parte de la nómina de
compositores de Cesária con piezas como “Fidjo Magoado”, canción incluida como
extra en el “The Very Best” de la diva de los pies descalzos. Del disco de
Serra “Le Piano Bar De Mindelo”, de 1992, seleccionamos “Mindelo” y “Vou Matar
Minita”.
TRAVADINHA. Violinista de Santo Antão, también le
dio a la guitarra y al cavaquinho con pasmosa frescura y sublime pasión. Su
disco “Feiticeira de Cor Morena” es una de las cosas más intensas e
impredecibles que existen, coronada por una curiosa y enigmática portada. Para
dar cuenta del riesgo al que António Vicente Lopes se auto-somete sin miedo basten
“Papá Juquim Paris” y “Futecêra D'Cor Morena”, por ejemplo.
VUCA
PINHEIRO. Divulgador y
estudioso de las raíces musicales caboverdianas, comenzó tocando en Praia, la
capital de Cabo Verde, para continuar triunfando en Brasil y Estados Unidos
(donde se estableció unos años), dos de los destinos ineludibles para cualquier
artista de las islas junto con Portugal –donde también vivió, coincidiendo con
la descolonización y la Revolución de los Claveles-. Seleccionamos, de su
primer disco grabado en USA (después de su paso por Portugal) Força di cretcheu
(1985), dos músicas: “Luz brando di bo olhar” y “Tarde na Aguada” dominadas,
además de por su pulcritud a la guitarra, por el acompañamiento random de unos teclados con intención
atmosférica.
JOHN
MATÍAS. Tío de la
cantante Dulce Matías (de la que ya hablamos aquí), fue cómplice de la formación ochentera Cabo
Verde Show (con los que grabó varios lp’s) del sobrevalorado Boy Gé Mendes.
Saxofonista influenciado tanto por el morna como sobre todo por la coladeira o
el merengue del oeste de África seleccionamos de sus lecturas “Rebulice” y “Sodade
de mãe”, de su disco “Sentimento” de 1984.
BAU. Nacido en la isla de São Vicente, Rufino
Almeida (nombre real) es el último gran virtuoso de la guitarra y máximo
exponente actual de la música instrumental caboverdiana. Fue nombrado
expresamente por Cesária Évora como su director musical para la gira de
“Cesária” (1995). De su disco “Inspiração” de 1998 seleccionamos la
escalofriante y prodigiosa “Morena” (muy cercana al universo armónico de
Teófilo Chantré) y “Luz dum ‘Strela”. Además de los sonidos originarios del
archipiélago, sus composiciones se dejan impregnar del samba o la bossa nova
con total naturalidad. Tuvo su momento de gloria y repercusión mediática: aparece
en la BSO de la película de Pedro Almodóvar “Hable con ella”.