martes, 16 de abril de 2024

Déjà Vu - An Electropop Compilation 6

 





Fotos (de arriba abajo): Dua Lipa, JJ Weihl (Discovery Zone), Julia Kwamya, Laura Groves, Maye, Sandra Ramos (Salfumán, Medianoche)



En diferido desde Samoa: sesión electropop -dividida en dos tandas, casi dos horas en total- para el apocalipsis en el que estamos ya inmersos. 
Las 24 mejores piezas de pop sintético recogidas en los últimos años.






Playlist (incompleta) en Spotify:



lunes, 15 de abril de 2024

Klaus Johann Grobe, "Io Tu il Loro"





Un par de apreciaciones rápidas, pero manifiestas, a la hora de afrontar el cuarto álbum de los suizos Klaus Johann Grobe: por una parte la desatención más que gradual en sus composiciones del idioma alemán en favor, mayoritariamente, del inglés (con frases puntuales en italiano y algún resquicio del propio alemán) y, por la otra, el abandono del tono musculado tipo kautrock que venían practicando hasta ahora en favor de un sonido menos aristado, más luminoso y suave. Desde aquí apostamos a que lo primero ha hecho que lo segundo se diera después de manera natural, y no al contrario.




Aunque no terminan de renunciar a los sintes setenteros - palpables desde la inicial "Highway High"-, la evolución hacia el lounge costero parece espontánea y de lo más consecuente, incluida la intersección con el space disco italiano más melódico -"When you leave"-. El optimismo se hace destino en "Bay of Love" -como si The Aluminum Group se hubieran mudado a Rimini- y en "Io tu il Loro" o en "Better Do", con esa calidez y esa dulzura vocalmente limitadas que algunos solemos asociar irremediablemente a Arto Lindsay. La feliz progresión de Sevi Landolt y Daniel Bachmann se hace todavía más melosa y romántica en la final "You Gave It All". Esta última pieza deja un regusto por el cual, sí, pensamos que después de seis largos años de silencio, han (re)tomado el rumbo adecuado aunque se resienta por el camino la facción más cósmica en favor de otra más tórrida a la que, desde ya, nos matriculamos gustosos.

martes, 9 de abril de 2024

Good Morning, "Good Morning Seven"

 




De lenta pero resistente y cada vez más expresiva puede calificarse la evolución de los australianos Stefan Blair y Liam Parsons al frente de Good Morning. De los inicios con altas expectativas de sus dos primeros eps, "Shawcross" (2014) y "Glory" (2016) -sobre todo el primero de ellos- hasta llegar a este "Good Morning Seven", en el que se hacen por méritos propios con un hueco entre lo más granado del presente año han pasado, a lo tonto, diez años.

Más allá de las irradiaciones de Pavement o Mac DeMarco que se entreveían en sus entregas iniciales de bedroom-pop ratonero (y que tampoco han perdido del todo: escuchen "Diane Said"), el séptimo -y doble- que es el que nos ocupa hoy gana a todos los anteriores en destreza, detallismo y arrojo. Y, conviene recordar, en tiempos donde doblar de largo en minutaje lo que un oyente actual es capaz de escuchar a lo sumo del tirón y salir con un elevado tanto por ciento del repertorio convertido en oro no es en absoluto desdeñable.






Es a la altura de "Monster of the Week" donde ya nos damos cuenta de que estos chicos van más en serio que nunca. Se trata de un vigorizante medio tiempo que aúna lirismo de backstage con efluvios del sol insidioso de la Costa Oeste. En general hay un espacio generoso para pianos con acordes en caída -"As The Dogs Were Playing", "The Worm Turns"-, para exaltaciones contenidas a lo The Hidden Cameras -"Dog Years", "Real I'm Told"-, para un folk entre boydiano y wilsoniano -"Queen Of Comedy", "Jelly Legs", "Dogs On The Beach"- y un pop preciosista muy a la sombra de Jens Lekman -"The Lake", "Just In Time"- que antes apenas se podía intuir. Y para darle el plus definitivo de distinción incorporan soul de satén -"One Night", "Excalibur", "The Fear!"- que convalida el afán por escribir con ambición más allá de los estrechos márgenes del indie de rigor -aunque en la extraordinaria "Excalibur" recurran, además, al asidero de los Velvet Underground apacibles del tercer disco-.

Good Morning, sea como sea, se han hecho mayores y más valientes: esperemos que, de ahora en adelante, en lo segundo no se echen atrás. De lo primero no se puede librar ni el más pintado.