domingo, 22 de marzo de 2009

Extraperlo




Su debut no sólo era de antemano el disco más esperado del año en el apartado nacional, sino que ha devenido en encumbrarse como el principal responsable a la hora de reavivar un estilo musical que, hasta hoy y junto con otros tan mal considerados como el italo-disco, estaba aún pendiente de volver a la superficie: el pop tropical de los ochenta.

No hay más que echar un vistazo a las influencias que decoran su myspace (y las cuales, en un porcentaje tan alto que da pánico, son suscritas por quien publica esto) para darse cuenta de que nos encontramos ante toda una revelación dentro de la inmovilista escena independiente, manejando una gama de sonidos, conceptos e iniciativas afortunadamente alejadas en lo sustancial del “sota, caballo y rey” de lo que, supuestamente, deben ser los materiales con los que puede funcionar un grupo “indie”.

No estamos hablando de la respuesta casera a Vampire Weekend, ni mucho menos. Extraperlo manejan muchas más influencias, mucho más sutiles, amplias y aparentemente menos oportunistas. Son, junto con El Guincho, pero en una versión más accesible que éste, el paradigma de otra manera de entender el pop y su recorrido, desde una mentalidad apátrida, elegante y sensual. La constatación de todo aquello que vinimos reivindicando hasta hace sólo unos meses con fruición en nuestro extinto fotolog (http://www.fotolog.com/lennyleonard), ese universo donde se daban la mano, entre otros, Kid Creole & The Coconuts, Orange Juice, Martin Denny, Lord Melody, Antenna o Cristina, es decir, ese hermanamiento inconsciente entre los sonidos de los años cuarenta o cincuenta y los, a menudo, fugaces y deliciosos proyectos de principios de los ochenta.

Pero hay más que referencias de cara a la galería: “Desayuno Continental” tiene poderosas razones para quedarse aquí y por mucho tiempo. Además de ese primigenio hit que ya conocíamos en versiones previas, “Bañadores”, donde el espíritu de Poch Pinza (vía “La Playa”) está más presente que nunca, hay piezas tan sugerentes como “Negroni” (con ese inicio tan deudor del Edwyn Collins de “Rip It Up”), “Esperando nuevas órdenes” o “¡¡Hahh!!”, por no hablar de canciones clave como “Noche en la montaña”, que ni retrotraen a Golpes Bajos ni a Ciudad Jardín (como algunos ya se han precipitado a indicar), sino a otros momentos más prosaicos de aquella década: “Susurrando”, el maravilloso hit de Peor Impossible.



Cálidos atardeceres, medios tiempos junto a la arena, invitaciones al baile desprejuiciado y vitalista, cadencias antillanas, ritmos profanos, pop inmediato y sentimental que no quede exento de ironía. Un renovado orden en el pop español que promete ser el comienzo de algo muy importante y que pide a gritos reacciones urgentes al respecto.

A pesar de una intragable portada y unos detalles en la composición a mejorar (la oportuna acentuación de las frases dentro de la melodía que tantas veces se descuida por estos pagos), “Desayuno Continental” es, sin duda, disco del año y uno de los principales motivos para desear de una vez por todas que llegue ya el verano.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo necesito... pero me parece que no lo puedo conseguir por aquí... en cuanto llegue a Madrid de visita rapida me voy derechito a por él...
Desde Glasgow con Amor

Edgar Ducasse dijo...

Ruso, lo que tienes que hacer es organizar ahí un comeback de Orange Juice con Extraperlo de teloneros. Un abrazo!

Inma Varandela dijo...

Para mí también es mi disco patrio del año, por el momento. Me encanta la entonación del cantante, es como si te estuviese meciendo y, de repente, te cayeses de la hamaca pero sin hacerte daño...
Muy bien traído lo de Peor Impossible... Llevo años sin escucharla pero sí, sí, por ahí va la cosa.
Un placer leerte, como siempre

Sobrevalorado dijo...

Pues si no suena a Ciudad Jardín, que baje Dios y lo vea. Aunque Peor Impossible, ahí le doy la razón, también pueda ser una referencia válida.