martes, 28 de enero de 2025

Marianne Mirage, "Teatro"

 




Procedente de la cantera de San Remo 2017 -edición que ganó Francesco Gabbani con su éxito global "Occidentali's Karma", por otra parte una de las mejores canciones que se recuerdan de Eurovisión en el siglo XXI-, Marianne Mirage ha conseguido remontar el ensimismamiento artístico ocasionado por la pandemia -con embarazo posterior incluido- registrando el disco más completo y arrebatador de los cuatro que lleva lanzados hasta la fecha.

Tras el incipiente "Quelli Come Me" de 2016, el muy explosivo "Vite Private" de 2019 -este orientado al disco-funk de lentejuelas, entre los Daft Punk de "Get Lucky" y Raffaella Carrà: no se pierdan ahí incontables reclamos como "Sul mio divano", "Tutto", "Un altro diavolo" o "Phil Morris blu"- y el experimental devenido en chill "Mirage" de 2021 llega este "Teatro" donde la italiana, en un nuevo giro de los acontecimientos, escarba más que nunca en sus raíces musicales de canzone d'autore con Patty Pravo, Mina o Mia Martini en el punto de mira, mezcladas con pop barroco sesentero de alta alcurnia.




Empieza y acaba, entre lo pastoral y lo divino, con "Chiudi Gli Occhi" y "La Canzone del Vampiro", que a través de las letras se funden a la perfección con el pulso de nana corajuda en el primer caso y con el sentimiento tenebroso -y de superación- en el segundo. Pero la palma, en este sentido, se la lleva "Iride" con su desatada vena metafórica y su coro de ninfas ad hoc. Más explícita viene a ser "Due Anime" -la letra es una especie de "Han caído los dos" sin tapujos-, la única que acata cierta electrónica -caja de ritmos para ser exactos- con cierto regusto a samba alucinógena, como ya anticipó en cortes del disco anterior como "Manipura".

Más orientadas a la torch song están "Cielo", "Tramontana" ("La esperanza es la última en morir, pero la primera en desaparecer cuando tienes miedo"), mientras "Venere" y "Senza Ridere" terminan de beneficiarse de la rotundidad orquestal, con el marchamo del galope extasiado al que se recurre acertadamente.

Puro teatro.

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