miércoles, 18 de diciembre de 2024

Rádio Morto, "Telepatia"

 




Las etiquetas a menudo disuaden, pero hay algunas veces que permiten llegar a proyectos que de otra manera quedarían ocultos en el maremágnum no solamente del ahora, sino de cualquier tiempo. Gracias a ellas, por ejemplo, he podido dar con este proyecto unipersonal del paulistano Raphael Mandra que, casualmente en este 2024 ha dado un giro de 180º a su aventura, centrada hasta este año en el a menudo inane o gratuito experimentalismo sónico de tendencias entre tenebristas y deformantes.

En "Telepatia", onceava grabación de Rádio Morto, el ruido extremo tan presente en anteriores entregas da paso a un dark folk intimista que, sin embargo, no rehúye las interferencias ambientales, que afortunadamente quedan mitigadas como música incidental en segundo plano: como escuchar una canción con auriculares e incorporar a la vez esos sonidos externos (con más o menos estructuración) que suelen colarse de fondo si, pongamos por caso, vamos escuchándola por la calle.






Artísticamente el concepto es ambicioso y consigue su objetivo: fluye esa mezcla entre la sordidez de los textos -a la altura de hitos como el truculento "Cadáver Pega Fogo Durante o Velório" de Fernando Pellón en 1983- y algunos encajes de crujidos y goznes imprevistos con la dulzura melódica y el acompañamiento mayormente acústico, y nos hace pensar en una combinación fiable entre la canción de autor alternativa sudamericana tipo Pippo Spera, Almendra o Eduardo Mateo con el frío avant-garde de unos Death in June. Títulos como "O Abismo" o "Cordão Umbilical" -a ritmo de maitines- son pistas determinantes de aquellas intenciones. La portada también es harto sugerente: ese blanco y negro rural nos transporta a cintas dramáticas imperecederas como el "Macario" de Gavaldón, "El río y la muerte" de Buñuel o hasta "Os Fuzis" de Ruy Guerra.

Bellos y redondos estribillos terminales como los de "Lobo Solitário" u "O Mundo da Percepção" ("um vazio profundo, um mundo sem flor", entona desconsoladamente Mandra) levantan un repertorio que de otra forma hubiera quedado reducido a un mero alarde de congoja mecánica.

Si este es definitivamente el nuevo camino a seguir por Raphael Mandra, desde luego prometemos seguir a la escucha.

No hay comentarios: