AMANDIO
CABRAL. Compositor del
morna más conocido internacionalmente -“Sodade”, compuesto a medias con Luis
Morais-, Amandio Cabral – originario de São Nicolau- tuvo que luchar contra una
vida difícil y precaria desde muy temprano. Después de bregarse en el circuito
local, acabo instalado en San Francisco (Estados Unidos), donde se adentró en
terrenos más orientados al jazz o la bossa nova. No obstante, es uno de los
compositores de morna ineludibles desde que cogiese por primera vez una
guitarra a finales de los años cuarenta. Murió en 2005, pero su estela
permanecerá por siempre indeleble para cualquiera que quiera acercarse al
misterio del morna. “Sodade Di Longe” es otro de esos clásicos de infinita
tristeza, mientras que “Corpim Sabe” (no confundir con la tonada de Dionisio
Maio) nos muestra a un Amandio pletórico en su asimilación de la coladeira más
rotunda y festiva.
MARINO
SILVA. Empieza a actuar a
finales de los años cincuenta y a grabar a principios de los sesenta, teniendo
su centro de operaciones desde muy pronto en Lisboa donde se convirtió, como
Bana, en uno de los embajadores ineludibles de las músicas del archipiélago en
el continente europeo. Reconocido por las últimas generaciones –Tito Paris, Nancy Vieira- como todo un
referente, su voz dulce y sentida -nada afectada-
domina serenatas tan encantadoras como “Morna Pa Mamãe” –que da título a uno de
sus discos más celebrados- o coladeiras ocurrentes como “Cadera D' Barber”.
FRANK
MIMITA. Nacido en la
capital, Praia, y fallecido a la edad de 37 años (en 1980) en la ciudad holandesa
de Rotterdam. Gran divulgador no solo de las músicas originarias de Cabo Verde
sino de varios de los dialectos del país a los que puso música con el afán de
que no quedasen perdidos definitivamente por el camino. Pasó de las serenatas
de su primer grupo (Bomba 58) a otras cadencias más fiesteras, demostrando en
todo momento su solvencia como intérprete y compositor. Fue, como otros muchos,
a buscarse la vida al “imperio”: Lisboa acogió sin problemas sus trepidantes
ritmos llenos de tabanca o de cumbia, aquí representados en “No Ba Dia Nos
Terra” y “T'ma Bo Lugar” sin olvidar jamás, cómo no, los mornas.
ABEL
LIMA. Nacido en Boa
Vista, Don Abel (como se le conoce mayormente) comenzó su actividad artística a
finales de los 60. Su primera participación discográfica fue en el disco de Kaoguiamo
“Steh Auf Sklave”, álbum de 1975 –el año de la descololonización- con un marcado
acento político –el propio Lima compuso de ese disco, entre otras, “Amílcar
Cabral”, dedicada al libertador caboverdiano por excelencia-, para después
hacerse acompañar de Les Sofas y continuar ya en los ochenta una imparable
carrera en solitario. Infeccioso afro-funk (“Corre Riba Corre Baxo”), rumba
despechada, son soulero o morna desgarrador –“Roterdam”- fueron algunos de los
sonidos que puso Abel a su reivindicación siempre precisa y certera: sin
contemplaciones.
AMERICO
BRITO & DJARAMA.
Natural de Fogo y holandés de adopción, empezó en el país de los tulipanes con
el grupo Babylon para después liderar con mano férrea su grupo más exitoso:
Djarama. Tropicalismo, funk, rock setentero… la coctelera de Djarama es del
todo irresistible. Música de baile contaminada por un glorioso diálogo entre los
teclados psicodélicos y unas guitarras que regurgitan con pasmosa naturalidad.
Dos pruebas ello: “Morte e Discanso” y “Boogie Time”.
NHÔ
BALTA & BLACK POWER.
Otros que utilizaron la imagen del Nelson Mandela caboverdiano –Amílcar Cabral-
como reclamo para sus discos, ya sea a nivel puramente estético o ideológico. Baltasar
Januário Lima de Barros -Nhô Balta para los amigos- fue (y sigue siendo) un
luchador infatigable: expatriado forzosamente a Holanda, desde este destino
conspiró, junto con otros muchos camaradas, a favor de la independencia de
Guinea-Bissau y Cabo Verde respecto de Portugal. El disco que realizó junto con
los maravillosos Black Power (que también acompañarían a otras figuras como Carlos
Pop), y del que extraemos dos canciones, se sumerge en las dulces aguas del
soca más intimista pero no por ello menos batallador. “Oh Africa” es un
monumental canto a favor de la liberación de los pueblos sometidos, con
efluvios hawaianos (la canción que da título genérico al disco) y mucha
nostalgia por la tierra natal -“Sodadi Cabo Verde”-.
OS
APOLOS. Funcionaron entre
1969 y 1982. Liderados por el malogrado Noel Gabriel dos Reis Lopes -más
conocido como Secré-, fueron incesantes los rumores durante los últimos años
que apuntaban a una reunión de la formación original que, sin embargo, la
muerte de Secré en 2014 desbarató por completo. En su correspondiente éxodo del
archipiélago abrazaron las influencias antillanas con fruición, con genuflexiones
prominentes al merengue y el ska, como queda reflejado en “Trabessado”. En el
caso de “Fogo na Pitada” la impregnación pop sesentera "ye-yé" resulta reveladora desde
los primeros compases.
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