Single –
“Rea” (Elefant, 2014)
No se escuchaba mejor aplicación de géneros
jamaicanos con verso en castellano desde “La Canción de Juan Perro” (1987) de
Radio Futura. Algo de raggamuffin y de lovers rock, embadurnados de arreglos
electrónicos y pop de fantasía que, sumados a su acostumbrada habilidad para las
letras mordaces significaron una zancada de especial magnitud en la carrera de
Teresa Iturrioz e Ibon Errazkin. Gente que sigue adaptando adecuadamente su vasta
cultura para hacernos más felices. Aquí
en Spotify.
Slowdive
– “Slowdive” (Dead Oceans, 2017)
¿Era necesario un disco de Slowdive en 2017? A
priori muy posiblemente no, pero visto el desenlace de su reunión más de veinte
años después de su disolución, si no necesario sí que acabó resultando una
inesperada buena noticia. Por varios motivos: se resarcían con muy buena nota de
la anterior despedida, coronada por uno de los fiascos –a todos los niveles-
más grandes de los noventa -el álbum “Pygmalion” (1995)- gracias a un
“Slowdive” mucho más centrado y edificante: basado en CANCIONES con aura. De
paso, daban una lección de humildad y honradez volviendo por la puerta pequeña
–al contrario que otros compañeros de generación que, de tanto vender motos,
sacaron a la venta el último modelo de la suya estropeado-, sin aspavientos ni
jactancias. Los de Neil Halstead consiguieron reconstruir su leyenda y firmar
la verdadera resurrección de un género –el shoegaze- que parecía ya
irremediablemente amojamado. La gravedad resituada. Aquí
en Spotify.
Sobs – “Telltale
Signs” (Middle Class Cigars, 2018)
Junto con Hanging Up The Moon la gran revelación
singapurense de los últimos tiempos. Sobs tienen el talento y Alvvays la
maquinaria de propaganda. Power pop de estructuras con escuadra y cartabón y
guitarras encrespadas. Ocho canciones que, si bien no vienen a descubrir nada
nuevo, parecen señaladas con la varita mágica del fulgor adolescente y la
urgencia más contagiosa. Aquí su
bancamp.
Stornoway
– “Beachcomber’s Windowsill” (4AD, 2010)
En la más pura tradición del pop-rock anglosajón
con sabor a pub, a campiña y, en fin, a todo el paisanaje que lo alimenta a
base de canciones y honestidad brutal –desde Pogues a Hefner, pasando por The
Jazz Butcher, The Waterboys o The Bitter Springs- podemos añadir a Stornoway y,
sobre todo, este debut que, de momento, todavía no han superado. Jurarías que
vienen de algún bosque perdido de Escocia, pero son de la más prosaica Oxford.
Aun así lo tienen: lírica, sencillez y temperatura. Folk sin edad pero con una
súbita sabiduría. Aquí
en Spotify.
Tabanka
Djaz – “Depois Do Silêncio” (autoeditado, 2014)
El grupo más carismático de Guinea-Bissau volvió al
estudio de grabación después de más de una década alejados de sus paredes -de
ahí el título del último álbum-. Son los máximos representantes del gumbé,
género musical eminentemente urbano con influencias autóctonas mezcladas proporcionalmente
con el zouk antillano, el reggae jamaicano y el pop internacional. En “Depois
Do Silêncio” despliegan de fábula arreglos nutritivos y edificantes a base de
trompetas bruñidas, grandiosos coros, simbiosis de electrónica y samba global:
ultracomerciales y altamente sensuales. Su disco definitivo. Más información aquí.
Thelemáticos
– “Thelemáticos” (Discoteca Océano, 2010)
Sergio Pérez García es uno de los personajes más
activos de la escena barcelonesa: Anticonceptivas, Joe Crepúsculo…
“Thelemáticos” recoge la mejor herencia del pop-billy estatal: desde Los
Trogloditas -los buenos, los de los ochenta-, Lidia Damunt y hasta Patrullero
Mancuso (o Cohete). Canciones cortas y elementales con una frescura fuera de
toda duda. La que perdieron en las sucesivas formaciones –Pegasvs, Svper- tras
los vericuetos de una indietrónica como mínimo bastante discutible. Aquí su
bandcamp.
They
Might Be Giants – “Join Us” (Idlewild, 2011)
Incombustibles, insobornables, totales… John
Linnell y John Flansburgh son la auténtica –y merecida- institución del indie
norteamericano. Como en la mayoría de sus álbumes, “Join Us”, es una exhibición
de erudición al servicio de beldades pop refrescantes, inmediatas, lúcidas y,
claro, lúdicas. El mejor grupo new wave que ha existido después de la new wave,
el que mejor ha sabido aunar su espíritu pujante con la amplitud de miras que
le ha llevado a coquetear con prácticamente todos los estilos de los últimos
cincuenta años, saliendo ileso en todo momento. Ahí están lecciones como
“Canajohaire”, “When Will You Die” o “Never Knew Love” para refrendarlo. ¡Únete!
Aquí
en Spotify.
Tia
Blake and Her Folk-Group – “Folksongs & Ballads” (Water, 2012)
Publicado originalmente en 1971, se trata del
eslabón perdido entre Vashti Buynan y Sibylle Baier. Algo de country y mucho de
canción intimista a la que nunca le podría hacer ascos un buen vampiro de folk
confesional y preciosista: otra para la saca. El disco estuvo mucho tiempo
escondido por haberse grabado originalmente en una ignota discográfica
francesa, pero la magia acaba saliendo a la superficie tarde o temprano. “Wish
I Was a Single Girl Again” como bandera e imperdible en cualquier buena
recopilación del ramo que se precie. Desgraciadamente no habrá comeback: Christiana
Wallman (nombre real) pasó a mejor vida en 2015, al poco de empezar su
reivindicación. Aquí
en Spotify.
Travis
Bretzer – “Waxing Romantic” (Mexican Summer, 2015)
Indie-guitar-pop de excentricidad controlada y
recursos a tutiplén. Bregado previamente en la composición de jingles para la
radio en su ciudad natal –Edmonton, Canadá- mutó de los residuos de power-pop y
garage melódico de su primer disco al refinamiento de los arpegios altivos a la
manera de Felt, a la fanfarria orquestal propia de los Beatles, al balancé de
Marc Bolan, al pop angelical de Pilot, al apetito estelar de Prefab Sprout o bubblegum
al heterodoxo de The Hit Parade en este “Waxing Romantic”, soft-pop con
vocación de gramola. Más información aquí.
Tulipa – “Efêrmera” (YB, 2010)
Un disco que, desde los primeros compases,
despierta las ganas de vivir. Hacer pop en Brasil implica tarde o temprano
terminar meciéndose entre cadencias tropicalistas con ese sexto sentido para
dotar a las composiciones de un colorido irrefutable, por mucho que en el fondo
estés haciendo más bien indie. Tulipa Ruiz, voz deliciosa, escritura cabal,
evolucionó después hacia armaduras más complejas con el funk y el samba soul
como horizontes, así que se impone recomendar por encima de todos este debut
que tenía todavía la inocencia de la revelación. Aquí
en Spotify.
TV Girl – “French Exit” (autoeditado, 2014)
El proyecto de Trung Ngo, Brad Petering y Joel
Williams, francotiradores del pop exótico, bailable y algo psicodélico, se dio
a conocer más que con sus primeros eps con –cosa curiosa- la mixtape de culto “The
Wild, the Innocent, the TV Shuffle” (2012), donde reverdecían los sonidos
vintage del pop tropical de principios de los sesenta. “French Exit” –con
portada que parece robada a Saint Etienne- persiste en la cultura del sampler
naturalista, en el trote panorámico, en cierto groove hip-hop y en cierta
desidia calculada: entre Arrested Development, Martin Denny y los Happy Mondays.
Aquí su bandcamp.
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